DF Conexión a China | China y nuestra región: dinámicas emergentes
Parsifal D’Sola Director Ejecutivo, Fundación Andrés Bello - Centro de Investigación Chino Latinoamericano
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Parsifal D’Sola
La participación de la banca y las empresas chinas en los países de América Latina y el Caribe (ALC) se encuentra en período de transición. Atrás quedaron los cuantiosos préstamos que caracterizaron la década 2007-2017 para dar paso a una profundización y diversificación de un relacionamiento comercial que varía a lo largo de la región.
En el ámbito financiero, los principales bancos chinos de crédito oficial, el Banco de Desarrollo y el Banco de Exportaciones e Importaciones, no han emitido préstamos desde finales de 2019. En mayor parte, su participación se ha visto reducida a la restructuración de deudas contraídas en la década pasada, Ecuador siendo el caso más notorio.
“La participación de la banca y las empresas chinas en los países de América Latina y el Caribe está en período de transición”.
Sin embargo, la banca comercial china permanece activa y con tendencia al alza. Bancos como el Banco Industrial y Comercial (BICC) y el Banco de China a menudo participan en préstamos sindicados para empresas chinas y en proyectos cofinanciados junto a la banca local. En 2020, el BICC financió la Autopista Pamplona Cúcuta en Colombia y la producción de cemento Loma Negra en Argentina. Según autoridades argentinas, el banco proporcionará US$ 1.1 mil millones para el desarrollo de la Estación de Transmisión Plomer en el Área Metropolitana de Buenos Aires.
Por otro lado, la inversión extranjera directa (IED) de China hacia la región, particularmente las fusiones y adquisiciones (F&A), es digna de atención. La IED de China en ALC es conocida por su enfoque en la minería y la extracción de petróleo. Sin embargo, en los últimos cinco años, más del 70% se ha concentrado en el sector eléctrico, donde Brasil, Chile y Perú han sido los principales receptores.
En 2021 hubo dos grandes inversiones en este campo. Primero, la empresa China Three Gorges Corporation (CTG) compró el 13,5% de participación en la peruana de energía Luz del Sur por 561 millones de dólares, incrementando su participación en esa compañía -el distribuidor de electricidad más grande del país- a 97,1%. Luego está State Grid Corporation, que compró a la española Naturgy Energy Group su participación del 96% en la Compañía General de Electricidad, de Chile, por 2.700 millones de euros.
Estas macro adquisiciones tienden a concentrarse en las principales economías de ALC. En el Caribe, una región mayoritariamente compuesta por países pequeños, la dinámica es distinta. En los últimos años se ha dado un auge en el desarrollo y expansión de zonas económicas especiales en cooperación con empresas chinas. Panamá, República Dominicana, Trinidad y Tobago y Antigua y Barbuda son casos representativos. Por su parte, Venezuela recién aprobó este mes la Ley Orgánica de zonas económicas especiales utilizando el modelo chino como guía.
A pesar de estas nuevas dinámicas de relacionamiento, el sector extractivo seguirá jugando un rol fundamental en los intereses de China en ALC. Las inversiones y comercio de materias primas son indispensables para el desarrollo de energías renovables (litio, molibdeno y niobio). En 2021, China representó una tercera parte de las exportaciones extractivas de la región. Con eso el déficit comercial de ALC con China alcanzó el 1,2% del PIB regional, un récord histórico.